Después de un buen sexo una buena conversación al respecto

Muchos afirman que el sexo entre personas que se aman o como le dicen, hacer el amor es mucho mejor que tener un simple sexo casual, luego de unas copas en un bar, porque no solo se involucra el cuerpo, sino que también hay mayores ganas, hay menos egoísmo y esa competencia en la cama para ver quien es mejor o quien genera más placer en el otro es algo bueno, excitante y que hace que las relaciones de pareja no se marchiten con facilidad, porque uno de los temores de las personas al establecerse en una relación, es que con el tiempo van perdiendo las ganas y la imaginación en la cama.

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Pero eso depende de cada persona, no es necesario sucumbir ante un engaño cuando después de un buen sexo se tiene una buena conversaciones al respecto, hablar de lo que les gusta o les disgusta en la cama es necesario para innovar en la cama y para hacer de las noches algo más profundo e intenso, claro que es algo que deben hacer las parejas, porque en los encuentros casuales las pláticas no valen.

En los encuentros casuales las pasiones son distintas y evidentemente una chica que sugería hablar después del buen sexo, de seguro espantara y pondrá en una situación incómoda a ese chico que quería con ella esa noche y nada más, cuando un hombre no quiere algún compromiso o seguir frecuentando en la cama con esa chica, lo convenieht5e es vivir la intimidad y luego seguir su vida en adelante, lo mismo ocurre en el caso de los hombres que están con chicas liberales, las cuales tampoco desean que un chico les exprese nada sobre la cama o por lo menos lo que se desea oír es la buena satisfacción.

Lo bueno es que en las relaciones de pareja no se debe de perder esto, porque la comunicación siempre es importante, nunca se debe de perder y si se trata de hacer el amor, menos se debe desperdiciar la oportunidad de decir lo que nos gusta esas caricias que nos encienden y probar cosas nuevas en la cama, eso hace que las tentaciones se disipen porque cuando se está satisfecho no hay para donde mirar, solo al frente donde hay pasión, donde se estimulan los cuerpos y en donde se quiere el uno al otro, una sensación mucho más profunda que un simple revuelco de una noche.